Una obsoleta Ley del Deporte. La realidad de la pilota valenciana no tiene reconocimiento oficial en el Consejo Superior de Deportes. La Ley estatal muestra un vacío legal respecto a deportes propios de las distintas autonomías.
ALBERTO SOLDADO VALENCIA El exitoso Europilota ha coincidido con el XXV aniversario de la Federació de Pilota. Una competición continental que ha roto moldes y que ha elevado al conjunto de la pelota valenciana a alturas impensables. Han sido XXV años de consolidación de un hermoso proyecto, en un trabajo en común, de aficionados, clubes, "trinqueters", empresas de organización, patrocinadores e instituciones. Sin esa conjunción de fuerzas hubiera sido imposible soñar una obra como la Ciutat de la Pilota, convertida en referencia mundial del conjunto de la pelota a mano. Referencia mundial, sí. La pelota valenciana puede sentirse legítimamente orgullosa de lo conseguido en estos 25 años. Y sin embargo, veinticinco años de institución federativa no han estado acompañados del reconocimiento al máximo nivel del deporte español.¿Puede una Ley del Deporte Estatal ignorar la realidad de la existencia de una federación poderosa surgida en una parte del Estado? Sepan ustedes que la Ley del Deporte no contempla la posibilidad de que una Federació como la de pilota valenciana, tenga reconocimiento del propio Consejo Superior del Deporte. Un deporte autóctono de una región española, puede tener miles de practicantes, organizar competiciones, disponer de una considerable presencia social, de grandes instalaciones, de apoyos televisivos, organizar de hecho competiciones internacionales, y sin embargo a efectos legales, el Consejo Superior de Deporte, la ignora, absoluta y totalmente. La ignora en sus ayudas públicas y en su reconocimiento institucional. No han faltado gestos e interferencias de la Federación Española de Pelota Vasca. El CSD puede caer en la tentación de sucumbir a dichas presiones. Como si la pilota valenciana tuviera algo que ver, por ejemplo, con el frontenis, la paleta con pelota de goma o la cesta punta. Metieron a la pelota valenciana en dicha Federación en la postguerra y setenta años después, con 25 años de libertad creadora, insisten en considerarse con derechos. Si la pelota valenciana ha alcanzado los niveles de reconocimiento internacional actuales se debe, sin género de dudas, a poder disponer de esa libertad de acción.
Instalados en ese vacío legal que impide el reconocimiento de la pelota valenciana en el CSD, en estos 25 años no ha habido partido político valenciano que haya intentado solventar este problema que deja a la pilota, deporte único y diferenciado, en inferioridad de condiciones con otros deportes. La Ley del Deporte, sujeta a una mentalidad centralista, controladora del deporte por el poder político, condena al olvido a los deportes propios de las distintas comunidades, privándoles de derechos respecto a los de práctica más extendida territorialmente¿Es eso Constitucional? ¿Habrá algún político valenciano, capaz de afrontar el trabajo que permita solucionar esa deficiencia? ¿Acaso no ha dado muestras claras y públicas la pilota valenciana de respetar la realidad institucional? ¿No es la Selección Valenciana, un ejemplo de respeto a la diversidad desde el respeto a la realidad institucional ? Si ese reconocimiento no llega, ¿será porque la pelota valenciana no es española? Pues con leyes como las que cercenan sus derechos, a ello nos conducen. Muchos esperan que llegue al deporte la normalidad que existe en su día a día: en uso de lenguas, de símbolos y sobre todo, de derechos. Es cuestión de entender España tal y como es.
Un reconocimiento
internacional de hecho
Desde que en 1993 se incorporara la Federació de Pilota Valenciana a la CIJB, el impulso a las competiciones internacionales del viejo juego de pelota a mano ha sido espectacular. El Europilota ha sido la culminación a un creciente reconocimiento internacional. En los países latinos y anglosajones todos consideran a la Pilota Valenciana y su Federación como referente de trabajo en favor de la difusión del juego de pelota a mano desde una filosofía de sumar con el respeto a las diversidades regionales. Y todo ello se ha logrado sin el menor reconocimiento del CSD. La inexistencia de una federación española de pilota valenciana es la causa de los problemas. La Ley, se "olvidó" en su día de la posibilidad de que deportes autóctonos pudiesen crecer a nivel internacional. La solución pasaría, según algunos juristas, por reconocer a las federaciones de deportes autóctonos, de reconocida presencia social, la consideración de representante estatal.
Fuente : levante-emv
Pues al próximo campeonato del mundo que no se presente como España. Si no dan nada que tampoco reciban nada. Hay que seguir luchando por este deporte.
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